domingo, julio 31, 2005

el parque de ayer.

Hoy es el último día de la semana de vacaciones en la U. Mañana empiezan los exámenes y como si fuera poco es también el inicio del primero de quince de pasantía en una radio muy cholifláis que no vale la pena mencionar en este prestigioso medio de comunicación.

Los profesores-científicos de la U han determinado que no hay mejor cosa para fregarles la vida a los estudiantes que mandándoles deberes pendejos en época de exámenes. Así que desde aquí, en este Sunday Morning ((el de Maroom Five, no, porque es muy cholo, sino el de No Doubt)) estaré faenando ((con vaquitas incluidas)) hasta que alguien me moleste que estás gastando mucha luz. Sí y qué, no seas pendejo que la luz la pago yo. Ese gusto puedo darme porque ya me chanté las planillas del agua, luz y fono para fin de mes. Así que tenemos Internet gracias al gentil auspicio de mi sueldo en la farmacéutica. Claro, si antes no me botan a patadas cuando me vean salir al medio día de la mentada radio, o peor, si se enteran que estoy faltando a la verdad de las mentiras que dije para que me contraten. Está seguro que sus estudios no interferirán con su trabajo. Seguro. Lo jura. Por mi madre. No tendrá distracciones cuando labore. Ni aunque Dios venga a buscarme. Palabra de hombre. Que me muera yo si no es cierto.

Sí, así son las entrevistas de trabajo en el tercer mundo, pero no importa porque estoy muy contento por las tantas cosas buenas me han ocurrido. Ya me doy cuenta que entre la alegría y la amargura no hay otra diferencia que el estado de ánimo. Yo, a Dios gracias, me encuentro muy bien y espero seguir así a pesar de lo mal que puedan quedarme mis Ángeles guardianes. Para que vean, hasta devoto me he vuelto.

jueves, julio 28, 2005

caballo bayo.

Salgo de mi casa con tan poca frecuencia que limpiar el patio es casi una excursión. Y claro, hay algunos bloggers con tal conducta antisocial que se entretienen lanzando piedras a las casas de los vecinos. El día que me descubran lo sabrán porque ya no escribiré y luego ustedes recibirán una notificación en sus respectivos lugares de estar diciendo que han sido llamados al Tribunal Internacional por alentar mi comportamiento, así que les advierto vayan reuniendo para el abogado.

Con todo, anoche fuimos con unos amigos al Mac Donals de la Víctor Emilio Estrada, al norte de la ciudad. Yo bien creído estaba que el Mac Flurry era un sánduche y resulta que ha sido un helado. A la chica de la que últimamente he hablado la miré con no sé qué cara de hambre atrasada, le di lástima. Quieres un poquito, me preguntó. Y cuando le devolví el envase con los bordes mordidos me dijo, qué pena, si hubiera sabido antes que te gustaba tanto te hubiera dejado un poquito más.

Cuando estaban despachando el pedido me acordé que Héctor, del blog Déjalo Ser, estuvo un tiempo trabajando en un Mac, pero no sé a ciencia cierta cuál, de modo que al ver a la única chica simpática y alegre que estaba atendiendo y cuyo nombre no recuerdo o no logré ver me animé hacer una pregunta impertinente. Disculpe niña, conoce usted a Hector. Hector qué. Galarza. Y me miró como si estuviera viendo a Drácula. Me dijo con una expresión difícil. No, por qué, era su amigo. Sí, es un amigo. Ah. Hm.

Bueno, discúlpame por ser tan sapo, ya ves que se contagia.

lunes, julio 25, 2005

la fiesta del blogger.

Esta mañana me levanté temprano, tomé dos tazas de café, una con leche y otra con agua, pues no hay plata para tantos lujos. Lavé los platos sucios de la navidad pasada. Alimenté al cocodrilo que vive bajo mi cama con uno de mis recuerdos, para que vean, soy muy compasivo con los animales. Cuando me alistaba para salir a trabajar, qué creían, que me mantienen, me di cuenta que hoy es veinticinco de julio, día de fiesta nacional en el calendario cívico de Ricardo weblog y por lo tanto hoy no trabajo.

Sin embargo hay obligaciones impostergables que debo cumplir y estoy esperando a que el sol escampe un poco. Apropósito de sol, el sábado pasado, mientras buscaba el ángulo adecuado para mi insolación diaria se me vino a la cabeza una idea providencial, supe cómo hacer plata sin esfuerzo. Lo malo es que la creatividad se me quedó en alguno de los aparadores donde se exhibían, entre banderas celestes y blancas de julio, una cámara de 5 megas y al llegar a la casa descubrí que mi plan había desaparecido.

Por lo pronto no pierdo las esperanzas de que para el fin de año pueda comprar un carro con la fama espontánea del dinero en efectivo que me proporcione el blog, y quién sabe, puede ser que hasta invite a pasear a Cinthya que al fin y al cabo ustedes quieren más que a mí, no se hagan.

miércoles, julio 20, 2005

tirarse desde un puente.

Se supone que ésta tarde cruzaría toda la ciudad hasta llegar a los Sauces donde vive Anita, tomarnos un café en Plaza Mayor y entrar a la segunda hora para explicarme por qué había faltado a clases todos estos días. Pero apenas se cumplió la mitad del plan.

Cuando nos dirigíamos a la cafetería ella me dijo, primero vamos a visitar a una amiga tuya. A quién. A tu prima. Estaba en casa, casualmente hoy tenía libre, la encontramos con guantes de plástico tinturándole el cabello a la mamá. Yo no sabía dónde ponerme para no estorbar. Apenas nos quedamos unos minutos y para apurarnos pusimos el pretexto de que se nos hacía tarde para llegar a la U, la mamá dijo desde la silla del comedor, uy, vista de médico, y le respondí riendo, sí señora, es que soy visitador médico.

La muchacha muy alegre dijo que no nos iba a dejar salir, y que sólo había escape por el balcón y para eso había que saltar las barras de la ventana. Anita dijo que pasaría a través porque ha estado haciendo dieta. Me causa gracia porque minutos antes yo le cuestioné porque a mí no me agradaría que una amiga, por muy amiga que sea, trajera a casa a un extraño, te regresara por donde viniste, pero me dijo que no, estás equivocado, ella se pone tan alegre cuando la ve que la confunde con Papá Noel.

Nos pasamos de largo en el camino de la U y Anita llamó a su enamorado, le dijo que íbamos a buscarlo en la Nueve de Octubre. Ya me imaginaba cuál era la idea de que yo también fuera, ponerme de parte de uno de los dos en alguna discusión inconclusa.

Desconozco por qué tengan tantas discusiones, lo único que me quedó claro fue la respuesta a una pregunta que le hice a Carlos Luis, el enamorado de Anita, se piensan casar, y él contestó, sí.

jueves, julio 14, 2005

Las chicas sedal

Andrea me preguntó ayer, oye amigo, te gusta que te pidan chicles, y a mi se me formó un signo de interrogación de dibujos animados sobre la cabeza y dije que nop, por qué. y ella me sonríe triunfante, porque lo leí en cierta página donde había un gatito. y claro, fue como si me hubieran sorprendido haciendo algo malo, como si hubieras descubierto mi colección de pornografía, caracho, o la cajita de zapatos donde guardo mis muñecos budú. En ese momento traté de recordar todas las cosas que he dicho de Andrea, veinticuatro meses de historia del blog pasaron por mi delante en el instante en que me sonreía.

Andrea sabe bien que la considero mucho y que es mi amiga y la única que me cae bien del curso y que al resto detesto ((no no, es mentirita)) y que tiene el derecho total o parcial de imprimir estas páginas y pegarlas en los corredores a manera de panfletos. Cualquier falta que haya cometido puedo disculparla alegando locura.

Para ser sinceros, me he dado cuenta que hay mucha diferencia entre mi discurso y las cosas que hago, de modo que de aquí en adelante trataré de parecerme más a las cosas que digo o hacer lo que escribo.

Pasando a otra Andrea, hace unas semanas en que fui a visitar a Anita pasó por la acera una chica muy bonita y yo le interrumpo lo que estaba diciendo para decirle, oye, mira mira, le digo señalando con el dedo, esa chica es muy bonita y Anita la mira y comienza a llamarla. Yo le pego con el cojín de un mueble para que pare, pero mas bien ella me dice deja loco, ella es mi amiga. La invitó a pasar y estuvimos habla que habla hasta las diez de la noche en que la mamá llegó.

Ayer, cuando llegué a mi casa de la U, Anita me llama y me pregunta que si quieres salir con Andrea y yo le pregunto, nuestra Andrea, y ella dice que no tonto, la que te presenté el otro día y yo le dije que sí, esta bien, para cuándo y ella me dice que para la semana próxima, no tengo plata, no importa, dijo, de todos modos aun no le he preguntado si quiere salir contigo pero le he hablado de ti y la he visto entusiasmada, y como así, es que ella terminó con el enamorado y anda así como tú con ganas de tirarse de un puente.

domingo, julio 10, 2005

no quiero ser nominado.

Hoy le puse los cachos al Ciber evangélico porque estaba muy lleno y me vine a éste que está en la esquina contraria y que recien lo abrieron la semana pasada. Ojalá éste acto no conste en mi hora del juicio final.

Será por media hora pues a las nueve empieza el Gran Hermano por el Cuatro que según mis compañeros es un canal muy cholo. El primero lo transmitieron hace dos años y entonces yo no sabía si la vida me alcanzaría hasta el día siguiente para saber si por fin se arreglaba tanto agravio entre el Lobo y Vladimir o si por fin saldría desnuda Katherine. Como que en ese tiempo había más emoción. En cambio ahora veo que esos muchachos están flojos. Hay que enseñarles a pelear.

Acabo de llegar de la calle buscando una medicina que más para curar parece una cosa de comer. En la Fibeca había un guardián vestido como para una excursión custodiando un fono, y del otro lado de la calle nadie más que las gentes ateridas de frío esperando el bus bajo el único charco de luz. En la 145 venía escuchando la gota fría, el único ballenato que me cae bien.

miércoles, julio 06, 2005

Lucio construye.

Si hace un mes alguien me hubiera propuesto jugar a la botella me habría muerto de la indignación, pero durante la semana pasada mis defensas anduvieron bajas y me dejé tentar. Lo bueno es que esa ya es una fiebre curada.

El primer día caí inocentemente, Anita estaba jugando con sus amigas durante la hora de clases en que faltó un profesor. Cuando me vio entrar retrasado como siempre gritó, un macho, mátenlo. Pero en realidad me sentaron y jugué a preguntas y respuestas con pocas ganas.

La última vez no me tuvieron que obligar, todo el grupo se vino a buscarme de modo que nos organizamos tan bien y en tan poco tiempo que más que algo espontáneo parecía una emboscada. Estaban justamente quienes no debía estar, una chica llamada Liliana de quien tenía noticias ciertas que le gustaba, la prima de ustedes y por la que tanto han preguntado Cinthya, su otra prima Tamara y Anita que era la más asustada y la más entusiasta.

Al principio tocaron retos simples, Cinthya, tienes que abrazar a Ricardo como si fueran amigos. Luego fueron subiendo los tonos hasta que alguien dijo, Liliana dale un beso a Ricardo y la muchacha se levantó y me besó en los labios en medio del estruendo unánime del alboroto del salón de clases entero en el grito de aja, eres un bandido, esa no te la conocía. La chica se fue apenada y olvidé el suceso hasta más tarde en que ella me mandó a llamar. Así mismo fue el turno de a ver Tamara dale un beso a Ricardo, y Tamara reclamó que sólo a Ricardo, pero se levantó, y buscó afuera del curso, y debajo de las bancas, y detrás de las ventanas, y en cada uno de nuestros recuerdos la imagen de su enamorado, y cuando por fin se convenció de que está todo despejado me lo dio. Con ella sí sentí una chispita. Luego fue mi turno y alguno dijo dale un beso a cualquiera de las chicas que están aquí. Me moría por besarla a Tamara y a la vez sentía temor de comenzar a extrañar esa descarga eléctrica, pero Anita me toreó cuando me quedé pensando por demasiado tiempo, tómate desaguevin forte, dijo. Y yo ah, con que esas tenemos a tí es que te voy a besar y ella muerta del susto, porque no puede ser, tú y yo somos como hermanos y es cierto porque con Anita he desarrollado una muy fuerte amistad y sabía que si la besaba no sentiría nada de lo que sentí con Tamara o que podría sentir con su prima, la de ustedes, Cinthya, así que tuve que pedir que me la agarren bien, no la suelten no la suelten, no vayas a moverte y se lo di, y no me equivoqué, sólo sentí la satisfacción de una curiosidad.

A la salida de clases, la primera muchacha Liliana, apareció y me enteré de lo que ya sabía, que le gustaba. Trataba de tener mucho tacto, pero le dije la verdad, que no sentí nada con el beso. Se le notó la desilusión en la cara y creo que hasta me odió por un momento. Aparte de eso tuve una discusión con Anita, porque te comportas como una niña de quince años Ricardo, tú dices que no tienes nada y ella tampoco tiene a nadie y yo le dije que no que las cosas no son así y ella me dijo que sí son así.

El domingo que fuimos para Durán con un grupo de compañeras. Anita habló con Liliana por el celular, lo puso con el altavoz para que también yo escuchara. Se la notaba un poco triste, para animarla Anita le dijo mirándome, ya no le pares bola, lo que pasa es que tiene una enfermedad muy parecida a la que nos da cada mes.

Con eso se me quitaron las ganas de andar jugando a cosas que no debía. Ah sí, discúlpenme por no poder visitarles más seguido, trataré de ponerme al día. Esta advertencia va para las personas que también ven lo que no deben y las tengo contadas. A veces he pensado que debería de cerrar el blog y cambiarlo a otro sitio, pero sin perder la dirección, así como una especie de filtro anti sapos, si algún informático sabe cómo hacerlo estaré muy agradecido.