la suegra ((y por suerte que no fue el suegro))este ha sido el tercer día en lo que va del año en que la mamá de lorena me encuentra en su casa. siendo ésta la peor de todas. pues en veces anteriores, por lo menos nos encontró en la tarde, vestidos y no como ahora, en la mañana, con pijama y adormilados.
lo peor es que me coge así, justo viene cuando tengo la guardia baja. puedo pasar semanas con la paranoia de primero asomarme escondidito por la ventana a ver quien toca a la puerta, incluso la de mi casa.
escuché el timbre del intercomunicador que sonaba en la cocina. miro la hora, no eran ni las nueve de la mañana. veo a lorena roncando a mi lado, semiinconsciente al filo de la cama ((nos acostamos a dormir abrazados, pero la mayoría de las veces amanecemos cada uno por su lado)). me levanto y así, con los pelos parados, rascándome la panza con una mano y la nalga con la otra, se me olvida que esa no es mi casa y voy directo a abrir la puerta. como no podía ser de otra manera, tropiezo con la mamá de lorena fulminándome con la mirada. en ese instante se me quitó el sueño, una corriente gélida me recorría la columna. juro que sentí lo mismo que al ladrón que lo sorprenden robando. instintivamente, lo primero que pensé, fue en echarme a correr.
mamá de lorena: ábrame la puerta! —ordena la señora visiblemente enojada.
yo me apuro en caminar por el trecho del cerramiento, pisando las piedritas afiladas ((porque ni lorena, ni yo barremos el cerramiento)) y le abro la puerta. la señora se me queda mirando de arriba abajo y yo viendo asustado al carro en que llegó la señora. pensando, putamadre, ahora falta que mel esté adentro preparando la pólvora de su escopeta. pero por suerte, si algo ha heredado lorena muy bien de sus padres es la vaguería. mel no venía con la señora, estaba con una resaca monumental que le impedía tener signos vitales, al menos para levantarse de madrugada y venir a guayaquil.
señora: qué hace aquí? —me interroga áspera.
ricardo weblog: estoy acompañando a lorenita —respondo poniéndome nervioso.
señora: está acompañando o está durmiendo con ella?
ricardo weblog: me quedé a dormir porque anoche el vuelo se le retrasó y llegó muy tarde. la vine a dejar acá como a la una de la madrugada y luego pensé que lo mejor sería acompañarla porque la ciudad está muy peligrosa y urdesa ya casi es zona roja y no conviene dejarla así, que pase sola la noche y peor que la semana pasada se metieron a la casa de un vecino a robar, fue aquí nomás, mire, como a una cuadra, pero es que yo justo salía ahorita a comprarle el desayuno a lorena porque anoche se sentía un poco malita, porque creo que hubo una descompresión durante el vuelo y a lorena le sientan muy mal las descompresiones, porque le da dolor de oído —digo hablando muy rápido, asustado, porque trato de evitar precisamente lo que me sucede, que los nervios me dominen.
y obvio, la señora no se traga el cuento así fuera cierto. se me acerca y me mira a la cara y me siento como esos dibujos animados antiguos donde se les escribía en la cara, culpable. la señora hace una expresión indignada como si estuviera leyendo algo así como, anoche éste pendejo se montó a tu hija y de paso se la chupó y luego volvió a montársela. y como siempre, cuando estoy nervioso, trato de sonreír y eso pareció molestarla aún más.
señora: y lorena?
ricardo weblog: durmiendo en su cuarto. déjeme avisarle que usted llegó.
pero la señora entra rápidamente a la casa dejándome con las palabras en la boca. da pasos largos, frenéticos, hasta llegar a la cama donde lorena duerme abrazada a una almohada. usaba un vestidito blanco tipo pijama, como estaba de lado, con la pierna montada sobre la almohada, se le veía la nalga, de paso lorena no usaba calzoncito. la señora levanta la mano y le da una nalgada. lorena se levanta de golpe, muy confundida.
lorena: qué te pasa, mamá, estás loca?
señora: cállate muchacha insolente —grita la señora enojada, mientras enciende la luz y abre la ventana.
ricardo weblog: se metió sola —digo. lorena me ve enojada.
lorena: y tú qué te crees para venir a meterte a mi casa así? —le pregunta lorena.
señora: yo entro a la casa que pago con mi dinero y qué me encuentro, que te revuelcas con éste —dice señalándome despectivamente.
lorena: éste es mi novio y nos vamos a casar —me defiende.
señora: si es así, que éste pague el arriendo!
lorena: ah, sí, claro! pero qué sabidos —dice lorena enojada, haciendo aspavientos— y que la estúpida se quede huérfana!
señora: pues sí, eres una estúpida que se revuelca con cualquiera. qué vergüenza, dios mío! qué hice para merecer una hija tan zorra? —se queja sentándose en la cama. lorena abre la boca indignada, igualito que la chica del comercial de la cola manzana, sólo que esa chica estaba contenta y lorena, enfurecida.
lorena: así? —dice alzando la voz— si soy zorra es a mucha honra, porque tuve el ejemplo en la casa.
la señora rápidamente se levanta, esta más dolida que enojada. me acerco a lorena que sigue en la cama, con las sabanas cubriéndole las caderas. le tapo la boca con la mano para que ya no siga hablando.
ricardo weblog: ya hablaste demasiado, lore. ya tranquilízate —le digo, mientras ella intenta liberarse.
la señora, sin decir nada, sale del cuarto. dejo a lorena y la sigo a la cocina, llega al mesón y se pone a llorar. la observo desde la puerta. regreso al cuarto y le digo que su mamá que está llorando. lorena se cruza de brazos indiferente y mira hacia la ventana abierta.
ricardo weblog: es que no te importa?
lorena: claro que me importa, es que no viste cómo me trató, de puta para arriba y puta para abajo.
ricardo weblog: no dijo eso. bueno, no lo dijo tan así.
lorena: entonces estas de acuerdo con ella?
ricardo weblog: no, lore. el problema es otra cosa. a ella le molestó encontrarme acá, ya se debe imaginar todo lo que hicimos.
lorena: ella ha hecho cosas peores.
ricardo weblog: chuta, lore. contigo no se puede.
lorena: lo que ella quiere es que me lleves a vivir a otro lado. a ver, tienes para pagarme una casa en urdesa?
ricardo weblog: lo tendría, pero no me alcanzaría el sueldo para las saliditas, ni los regalos, ni la comida. tendríamos que compartir los gastos.
lorena: por eso mismo! yo sólo tengo gastos, no ingresos.
eso ya lo hemos discutido muchísimas veces y la conclusión es que yo debo conseguir un trabajo mejor pagado ((uno en el que no me quede tiempo para escribir, ni estudiar y que requiere que tenga título y mas experiencia que la de un vendedor)) y lorena tendría que dejar de gastar tanto. dos cosas que no estamos dispuestos hacer.
ricardo weblog: tu mamá sigue llorando en la cocina, lore. no vas hacer nada?
ella mira a la ventana, suspira y se chupa el dedo.
lorena: me dijo cosas horribles, me dijo que soy una zorra.
ricardo weblog: y tú le dijiste eso a ella.
lorena: estamos a mano, no?
a veces es imposible razonar con lorena. eso es lo malo de ella, es bien orgullosa. me levanto de la cama, la agarro y la llevo a la cocina. la señora sigue llorando despacito. al principio lorena la mira enojada, pero luego la expresión de su rostro se ablanda y los ojos se le llenan de lágrimas. aún así, se contiene, se cruza de brazos y baja la mirada, la nariz se le pone roja. el orgullo intenta sobreponerse a las lágrimas. pega otra mirada a la señora y el corazón se le rompe, el orgullo se le hace añicos y las lágrimas se asoman. corre a abrazarla y le da besos por el cabello y le pide perdón.
las observo y no me atrevo a acercarme. lorena me mira llorosa por sobre el hombro de su madre y le hago un gesto de qué hago? lorena me despide delicadamente con los dedos que tiene apoyados sobre la espalda de la señora.
regreso al cuarto de lorena y agarro mi ropa. luego voy al otro cuarto, desordeno las sábanas hasta dejarlas como si alguien hubiese dormido allí y dejo una camiseta. luego le envío un mensaje a lorena para que use la cama destendida como coartada de que dormimos en cuartos separados y salgo de la casa apurado, sintiéndome un poco culpable, como si me estuviera robando algo.