miércoles, abril 28, 2010

aceptación

lorena: aló! sí, mami. bien. bien. oye, tengo que contarte una cosa que me dijeron hoy. ay, no mami. cómo crees? ah, sí, pues. aquí? bastante calorcito. sí, mami. acá trabajando largo y parejo. tú sabes bien cómo son los españoles. sí, aguantando la caña. sí, cada vez que hago una travesura y de castigo me hacen limpiar solita un boeing, me digo, ésta va por mi papi. no, mami, acá no llega el tsunami, cómo se te ocurre? ya estoy crecidita. sí, en caso de inundación me subo al techo y escribo s.o.s con las tejas. no, todos bien por acá. ajá. oye, quiero contarte una cosa muy importante. no no no, no es eso. no estoy corta de efectivo. no mami, no quiero un cuadro. dónde voy a colgarlo en esta casa tan chiquita? tendría que ponerlo afuera como fachada. ah, cuadro de plata? no, tampoco. bueno, sí. mil dólares sí me caen de perlitas. no, el arriendo no. oye. escúchame, déjame hablar, pues. sí, ay, mami contigo no se puede. si no me dejas habar cuelgo. ya? a ver. sí, es muy serio. ya? puedo hablar? sí, pues nada. tengo tres semanas de embarazo! lo que oíste. sí. que tu bebé va a tener un bebé. aló. aló. mami. mami, estas ahí? no, no es una broma como en el colegio. no, esto es en serio. no, mami. sí mami. no, digo sí. me hice la prueba en interlab y salió positivo. no cuelgues. no llames a la ambulancia. respira, respira. mami, mami. contesta!

lorena cuelga el teléfono y suspira. la abrazo por la espalda. coloco mis manos en su vientre. no quiero decirle te lo dije, que sabía que era una imprudencia decirle a tu mamá que estabas embaraza sin antes si quiera haber resuelto si tendríamos o no al niño.

ricardo weblog: y si no lo tenemos? —le pregunto a quemarropa.
lorena: no, ricardo—dice molesta, zafándose de mis brazos—. yo ya decidí esto mucho antes de contarte que estaba embarazada. el niño todavía no ha nacido, pero yo ya me encariñé con él.

sostengo sus manos, ella mira por un momento hacia las persianas de la ventana. quiero decirle que no vale la pena pasar por algo así. que no tiene sentido martirizarnos por algo perfectamente prescindible. pero luego me mira profundo a los ojos, como examinándome el alma. no digo ni una palabra, ella sabe lo que quiero decirle. desvío la mirada hacia las persianas.

lorena: si tú no tienes el carácter para tenerlo, yo sí —dice lentamente—. yo puedo seguir este camino sola.
ricardo weblog: sólo pensaba que si acaso hiciste bien en decirle a tu mamá —miento—. creo que se puso muy mal.
lorena: necesito tranquilidad y siento que la única manera de conseguirlo es decírselo cuanto antes a mis padres.
ricardo weblog: estas segura, lore? y si te equivocas? y si luego te arrepientes?
lorena: tú ya me conoces bien, yo soy bien firme en lo que pienso. voy a decirles que he decido tenerlo antes de pensar siquiera en un aborto o algo así. por eso es que se lo conté así de golpe a mi mami, porque es la única que puede ayudarme a contárselo a mi papi.
ricardo weblog: y ahora qué hacemos?
lorena: tenemos que ir a bahía.
ricardo weblog: cuándo?
lorena: mañana mismo —dice con seguridad—. quiero quitarme cuanto antes este peso de encima.

nos quedamos en silencio unos segundos. quisiera decir algo para detenerla.

lorena: me acompañas? —pregunta.

no sé qué responderle.

lorena: si tú no vas, estas demostrándome que no puedes, que mi bebé no necesita un padre —dice resuelta, soltando mis manos—. aunque esté muriéndome, sé que yo puedo arreglármelas sola.
ricardo weblog: no, no es eso. no hables por mi.
lorena: entonces?
ricardo weblog: sólo pensaba si acaso hay suficiente gasolina en el tanque para llegar a bahía.

ella sonríe tiernamente. nos besamos y la abrazo fuerte, paso mi mano por su espalda, su cabello roza mis labios. huele a canela, duraznos y hugo boss.

lorena: no me dejes, tengo miedo —susurra muy bajito.
ricardo weblog: no, lorenita —le confieso al oído—. yo jamás voy a dejarte. pero es que siento que nuestra relación cambió así tan de repente. sí quiero este compromiso, pero no estaba preparado para que me llegue así, de sorpresa. pero ya verás con el paso de los días lo aceptaré muy bien. tú también pasaste por el periodo de aceptación, no?

ella asiente con la cabeza.

lorena: mi periodo de aceptación duró lo que el vuelo de buenos aires a guayaquil —dice.
ricardo weblog: entonces estamos juntos en esto —digo entrelazando mis dedos con los suyos, beso su mano— yo estoy muy feliz contigo y mas contento ahora que sé que vas hacerme doblemente feliz.
lorena: bueno, nueve meses voy a estar tan llena de felicidad que va a cambiar mi figura—dice sonriendo.
ricardo weblog: hagámoslo de nuevo para asegurarnos que el niño saque tu nariz —bromeo.

ella se ríe. nos besamos apasionadamente. ya no importan los condones, ni el calendario, ni si quiera cabe preguntarse si es un día de riesgo. talvez por eso olvidamos cerrar las persianas de la sala.

domingo, abril 25, 2010

interlab

al siguiente día, cerca de la una de la tarde, llegamos a interlab. una enfermera nos recibe y nos guía al cuarto donde se toman las muestras de sangre. lorena y yo caminamos bostezando tras la mujer. pues la noche anterior habíamos dormido muy poco y mal.

nos explican de qué se trata la prueba. no sólo nos dirán si está embaraza, también el tiempo aproximado de gestación. nos explican que tratarán de medirle una encima que segrega la placenta en cuanto el óvulo es fecundado. estamos de acuerdo con el procedimiento que aplicarán, excepto por un punto. la mujer nos pregunta cual. lorena y yo nos miramos. le confieso que lorena, debido a los nervios, se comió en el camino cuatro humitas y un café en sweet and coffe. la enfermera se ríe, nos dice que no importa, no es necesario que haya venido en ayudas, y añade mirándome, usted tampoco debía venir sin desayunar.

ricardo weblog: yo no desayuné porque los nervios me dan nauseas —digo.
enfermera: entonces no desayune nervios, sino otra cosa —dice.

nos reímos.

enfermera: es bueno que se rían —dice la mujer atando una liga alrededor del brazo de lorena—, lo mejor es hacerse este tipo de pruebas relajados.

la enfermera procede a colocarse guantes de goma y le pide a lorena que tome asiento, la golpea levemente en el brazo de la liga y limpia con un algodón humedecido en alcohol el área donde le introducirá la aguja. lorena me mira preocupada, ya se le pasó el sueño. me acerco y la tomo de la mano. lorena voltea el rostro hacia la pared evitando mirar el instrumento. ya me está doliendo, dice. la enfermera se la introduce con cierta alevosía. ya sale, ya sale, habla la mujer con la cara congestionada. sostiene el capuchón de la aguja entre los dientes mientras desata con destreza la liga del brazo. lorena empieza sollozar, aprieta mi mano. lentamente se va llenando de sangre el depósito de la jeringuilla.

enfermera: ya está —dice la enfermera colocando un corcho de goma en un tubo de ensayo— recuerde, esta prueba es para descartar el embarazo, pues el periodo se puede interrumpir por muchos motivos.
ricardo weblog: como cuáles? —pregunto.
enfermera: tumores o cáncer —dice con naturalidad.
lorena: ay! —se queja lorena preocupada—, ojalá y sólo esté embaraza!

lorena y yo vamos a la sala de espera. ella se mira adolorida el puntito rojo que le ha quedado en el brazo. yo le doy besitos en la herida y ella sonríe mordiéndose los labios. un chico tras la caja se fija en lo que hago y me advierte, no siga, puede infectarle la herida.

lorena se recarga en mi hombro y yo acaricio su cabello. el tiempo pasa lentamente. vemos a la gente yendo y viniendo, sonrientes, corriendo apurados con el tiempo en contra, completamente ajenos a las consecuencias de un posible embarazo. casi creyéndose estériles.

ricardo weblog: por qué no me dijiste que ya te hiciste la prueba en argentina? —le pregunto acordándome de la charla que tuvimos en el carro camino al laboratorio.
lorena: si te lo decía por teléfono, te mataba de un infarto —responde.
ricardo weblog: deberías confiar un poco más en mí —contesto.
lorena: es que no estaba segura y todavía no estoy segura. por eso es que vinimos acá. no? —pregunta tomándome de la mano, nuestros dedos se entrelazan—. porque ni tú querías creerle a los test que compraste!

aparece una chica muy joven y sonriente, usa frenillos. nos pide cortésmente que la sigamos. nos guía a una pequeña oficina de muros de cristal opaco donde se escucha con claridad los ruidos de las piezas contiguas. la chica se sienta tras un escritorio. lorena y yo nos quedamos de pie frente a ella.

chica: felicidades! —dice haciendo un ademán histriónico—. van a ser padres!

lorena y yo tratamos de sonreír y nos abrazamos fuerte, como si quisiéramos vencer a una tormenta que amenaza hacernos volar por los aires.

chica: pero por qué esas caras largas? —pregunta poniéndose en pié—. no tienen nada de que preocuparse, la prueba salió positiva —explica la chica sonriendo ampliamente, dejando ver los alambres de sus frenillos.

lorena y yo nos miramos temerosos, la sonrisa se nos volvió una mueca de angustia.

enfermera: vamos, esto hay que celebrar —dice la chica dando unos pasos, se dirige a lorena—. mírele el lado positivo, nueve meses sin la regla! qué tal!

lorena parpadea un par de veces. miramos de mala manera a la chica.

chica: no se ponga así —me dice la chica con picardía, llevándose las manos a los pechos—, a su novia le van a crecer las tetas sin haber gastado un centavo en cirugías!

en ese instante abren de un portazo. se asoma un hombre calvo, ya entrado en años. usa lentes y viste un mandil de médico. le pide a la chica que salga inmediatamente. ella le hace caso sin decir palabra, pero visiblemente molesta. el hombre nos pide que la disculpemos, que no es empleada del sitio, que sólo esta haciendo pasantías, que viene de un colegio cercano. y añade, sin moverse de su sitio, sujetando la perilla de la puerta, que lorena tiene aproximadamente tres o cuatro semanas de gestación.

el hombre se queda en silencio algunos segundos. nos mira atentamente, muy interesado en nuestra reacción.

señor: qué sucede? —pregunta el hombre. sus lentes penden la punta de su nariz.
lorena: no sabemos cómo decírselo a mis padres —dice lorena.
señor: fácil! deles una copia de la ecografía — replica antes de desaparecer dando un sonoro portazo que estremece las débiles paredes de aluminio y vidrio.

martes, abril 20, 2010

pregnant

lorena: las estas metiendo mal —dice lorena nerviosa. las manos le tiemblan, respira por la boca entreabierta.
ricardo weblog: entonces, cómo? —pregunto.
lorena: así, del otro lado —dice agarrando las pruebas de embarazo y sumergiéndolas en un vasito donde acaba de recolectar su orina.

lorena todavía tenía puesto su uniforme de azafata, usaba un aparatoso peinado sujetado con binchas que se lo hizo al apuro en la mañana, cuando iba en el taxi camino al aeropuerto en ezeiza.

ricardo weblog: en verdad por un momento pensé que ibas a dejarme —le digo abrazándola por la espalda, dándole un beso en el cuello.
lorena: tú eres un perseguido, no esperes que siempre ocurran cosas desastrosas —dice volteándose a besarme.

estamos pálidos, muy asustados. el corazón nos golpea como si alguien nos persiguiera. miramos en el vaso, tomamos con mucha torpeza una prueba y la cubrimos con el capuchón para no mancharnos los dedos, pero de todos modos quedamos con los dedos húmedos.

ricardo weblog: se esta poniendo rosado —digo un minuto después.

lorena se queda en silencio, concentrada en la prueba que tiene en la mano. poco a poco, por un diminuto círculo en el dispositivo empiezan a pasar casi imperceptibles las gamas de colores. lorena mira la hora en su reloj.

lorena: sólo falta un minuto —dice preocupada.

la abrazo fuerte y el minuto transcurre con lentitud, exhausto, como si los colores que se desplazan por la diminuta lámina afectaran a la continuidad del tiempo. finalmente el color rosado se afianza y el círculo y el rectángulo del visor quedan de color rosado con fuertes rayas rojas sobrepuestas.

lorena: positivo —dice lorena estremeciéndose.
ricardo weblog: no, no creo. la estas interpretando mal —digo tomando la prueba, la sacudo para ajustar los colores—. y la cajita?
lorena: aquí —dice tratando de mantenerse calmada, como resignándose a una respuesta concluyente, devastadora. al pasarme la cajita me doy cuenta que tiene el pulso firme, pero la mirada asustadiza. trato de coger la prueba, pero ésta titubea en mis dedos temblorosos, debo agarrarla fuertemente para no dejarla caer.

lorena: rosa es positivo, azul es negativo —dice lorena mientras lo compruebo.
ricardo weblog: es cierto —digo al borde de la nausea—. la prueba debe de estar mal, debieron de haberme dado una prueba caducada —añado incrédulo ante la evidencia—. qué dicen las otras?

lorena las saca del vaso. les echa un vistazo. cierra los ojos, suspira. se lleva las manos al pecho y me mira preocupada. por un minuto su valentía innata y su determinación abandonan sus ojos, se ha quedado sin palabras.

me entrega las pruebas. efectivamente, según los resultados de la caja, estos son positivos. me llevo las manos a la cabeza y un vacío de miedo y absurdo me atrapa, se me viene a la mente una piedra lanzada a un abismo. las piernas se me desvanecen. lorena me toma de la cara, miro confundido alrededor. ella me habla con firmeza, pero yo apenas puedo entenderla. ella dulcemente me apremia a mirarla a los ojos. entonces percibo un resquicio de luz y vuelvo a respirar mientras la nausea se disipa lentamente. nos fundimos en un abrazo.

lorena: no te dejes arrastrar por el pánico —la escucho decirme al oído.
ricardo weblog: tengo miedo —digo y veo pasar en mi delante, sin tocarme, al pánico como una avalancha de rocas de colores.
lorena: yo también —susurra. me mira a los ojos, algunas lágrimas de deslizan por sus mejillas—. la vida nos cambió!

nos dejamos caer deslizándonos por la pared. lloramos juntos, abrazados en el piso.

lunes, abril 19, 2010

yo amo a lorena noboa.

sé que eso no va en el libro, pero igual quería decirlo.

jueves, abril 15, 2010

retraso

un mes después de nuestro viaje a bahía se nos presenta un problema. lorena, llegando a madrid, se da cuenta que no le baja la regla. me llama un poco preocupada, pero luego nos acordamos del susto gratuito que tuvimos la vez anterior, bromeamos al respecto y terminamos por restarle importancia al asunto.

a los cinco días de retraso empezamos a preocuparnos muchísimo. especulamos que podría deberse a la alimentación, excesivos ejercicios o alguna medicación que está tomando.

ella me responde escuetamente en un correo que durante largas horas, en jornadas agotadoras contra el tiempo, se ha quedado hasta tarde haciendo operaciones en el aeropuerto de ezeiza. ha tomado cantidades industriales de paracetamol para combatir el dolor de cabeza. confiesa que al cabo de dos días ha consumido una centena de pastillas y lo que más le preocupa es que ya le está cogiendo gusto.

busco en internet los efectos secundarios del paracetamol. efectivamente, causa retraso en el periodo menstrual. le envío un correo con la información. le advierto, «si tomas tantas pastillas vas a ir a parar a un hospital con sobredosis y los doctores van a pensar que has querido suicidarte. qué vas a alegar en tu defensa, pretty lore?»

ella no tarda en responder, lapidaria como siempre, «les digo que me dolía la cabeza.»

esa misma noche, huyendo del hotel cercano al aeropuerto que le asignó iberia, luego de un complicado y azaroso viaje en taxi hasta su hotel favorito en el centro de buenos aires, el rochester concept. se conecta por internet a través de skype. su alegría explosiva ha desaparecido. la encuentro sombría, mucho más preocupada que en la tarde. se niega a encender la cámara de su computadora.

ricardo weblog: qué pasa, lore? —le pregunto.
lorena: nada —repone con el ánimo por los suelos.
ricardo weblog: por qué estas tan reservada? pasa algo?
lorena: no, nada —contesta casi susurrando.
ricardo weblog: entonces?
lorena: estoy sin maquillaje —dice.
ricardo weblog: sin maquillaje te ves preciosa —respondo.
lorena: tengo los pelos parados.
ricardo weblog: mi vida, te ves súper sexy con los pelitos parados —digo con una risita nerviosa, ya sospecho que algo le sucede.
lorena: en bahía lo hicimos en una noche de riesgo —dice cortante.
ricardo weblog: tranquila, lore. te prometo que todo va a salir bien. cuando vengas, nos hacemos la prueba y verás que no pasa nada. en estos casos es bueno ser negativo —bromeo.

se produce un largo silencio, apenas percibo el sonido de su respiración.

lorena: me quieres? —interroga afligida, con la voz entrecortada. la escucho tragar saliva. me quedo callado, entonces me doy cuenta que está llorando en silencio.
ricardo webog: claro, lorenita, estoy súper enamorado de ti. te amo con todo mi corazón, tú eres la persona que trajo alegría mi vida, gracias a ti es que soy feliz —le digo entusiasmado.

no responde, talvez tiene la mirada perdida hacia una ventana. la escucho suspirar.

ricardo weblog: qué pasa, lorenita? no te guardes nada conmigo. qué sucede? —pregunto, el corazón me late a mil.
lorena: tengo que dormir —dice.
ricardo weblog: claro, lorenita —le hablo con cariño—. mañana te espero en el aeropuerto. ya? ya verás que mañana a ésta hora estaremos muertos de la risa.
lorena: no es eso —dice como hablando consigo misma—. las cosas son muy diferentes a cómo te las imaginas, siento como si todo hubiera sido como una ilusión que se ha ido desvaneciendo.

cuelga dejándome con las palabras en la boca. ahora sé, tengo la certeza inequívoca que me oculta algo. la ansiedad, luego de tanto tiempo dormida, aflora vehemente con un pensamiento fijo, talvez se enamoró de otro.

tardo un par de horas en encontrar mis olvidadas pastillas de fluoxetina. miro la fecha, caducaron el mes pasado, eso significa que su efectividad se ha reducido a la mitad. me tomo medio blíster.

lunes, abril 12, 2010

no sé cómo seguir el liblog

de repente me siento un poco atorado, no puedo hacer que lorena se embarace. me explico. estoy a un par de posts para terminar mi liblog. no se me ocurre otro final que lorena se quede embarazada. he hablado con ella al respecto. y me apoya en este proyecto de embarazarla, pero sólo imaginariamente para fines literarios ((qué palabra tan fea y culturosa, “literario”)).

estaba hablando con ella en cómo se daría el caso que de repente se le retrase la regla luego de haberlo hecho en una fecha riesgosa ((como lo hicimos en bahía, por ejemplo)). ella me dijo ((tomando como ejemplo el susto que pasamos la vez anterior)) que en el caso de estar en otro país, no esperaría a llegar al guayaquil para hacérsela, se la haría ahí mismo.

ricardo weblog: y si sale positivo, lore?
lorena: lloro.
ricardo weblog: de miedo, de emoción?
lorena: de todo!
ricardo weblog: me llamarías para darme la noticia?

ella niega con la cabeza.

lorena: te llamaría sólo para decirte que no me baja la regla, no que ya me hice la prueba. necesitaría confirmar el resultado en interlab.
ricardo weblog: y por qué me lo ocultarías?
lorena: te mato de un infarto si te lo digo por teléfono.

luego discutimos y terminamos hablando sobre algo que no viene al caso.

así que por ahora tengo esto:

.- lorena se va de viaje.
.- lorena tiene un retraso de la regla.
.- lorena atribuye el retraso a la alimentación, el cambio de clima, etc etc etc. se hace la prueba para salir de las dudas.
.- sale positivo.
.- lorena me llama y sólo me dice, ((ojo con esto)), que no le baja la regla.
.- al llegar, la recibo todo amoroso con cientos de galones de jugo de naranja y docenas de prueba de embarazo recién compradas.
.- corremos a la casa, hace pis en un vasito y sumergimos las pruebas. esperamos unos minutos.
.- en todas las pruebas sale positivo.
.- yo entro en la etapa de negación.
.- lorena me dice que ya se la hizo en argentina ((le gustaría enterarse que está embarazada en buenos aires)) y también le salió que está embarazada, no me lo dijo porque ya se imaginaba mi reacción.
.- lloramos abrazados.
.- al siguiente día vamos a interlab.
.- confirmado, baby on board!

hasta ahí bien. luego viene la discusión de que si tenemos o no al niño. eso es otro post.

no pongo aquí qué resolvimos porque esa decisión es muy privada, tanto que por respeto a lorena, no me arriesgo a escribirla.

pero, para el caso literario, lo mejor es que tengamos al niño.

el problema ahora es que no logro proyectarme bien, he intentado escribir este post del embarazo de lorena y no puedo hacer que quede “bien logrado”. termino borrando, suprimiendo, cambiando cosas y preguntando a lorena hasta el cansancio ((ya son seis veces que la he llamado al aeropuerto)). ni siquiera sé si debo hacer dos posts con esto. uno en el que estamos preocupados de que no le baje la regla, ella se lo hace y le sale positivo, pero me lo oculta. y otro con su llegada a guayaquil.

tengo un paneo de las reacciones de lorena y mías, pero al escribirlo tengo la sensación que el relato me saldrá muy truculento, demasiado impostado. se le ven las costuras al asunto.

así que aquí es donde los necesito para que me digan si me creen lo que viene después.

viernes, abril 09, 2010

cosmopolitan

era de madrugada. estaba acostado en la cama cuando escucho que tocan a la puerta. me levanto y me pongo las pantuflas. abro la puerta. es lorena. me quedo sorprendido, pues la hacía dormida. pero no, se había escapado de la casa, bordeado el patio en puntillas hacia la casa de huéspedes donde me asignaron un cuarto en la planta baja.

ricardo weblog: qué haces aquí? —le pregunto.

lorena mira nerviosa a los lados, como si pensara que la siguen. usa un pijama infantil tipo vestidito de color rosado con figuritas de colores, debajo se le nota que no trae sostén. al cerciorarse que no hay nadie, se agacha y empieza a bajarse el calzoncito con malicia.

lorena: nada —me dice mirándome desde abajo, enredada con el calzoncito — quise asegurarme que te dormirías cansado.

me río despacio.

ricardo weblog: si tus padres se dan cuenta que has venido para acá, me hacen dormir a bala para siempre.
lorena: mis viejos están dormidazos —dice despreocupada, terminando se sacarse el calzoncito. sus ojos brillan, tiene una sonrisa traviesa—, ya dejé durmiendo a mi mami.

la agarro y la meto al cuarto. la tumbo a la cama. lorena se deja caer contenta, como una novia cansada y ebria de tanta fiesta en la noche de bodas. me ayuda a quitarme la ropa. nos besamos e introduzco mi mano entre sus piernas. la toco lentamente, casi rozándola. luego ella toma mi mano y presiona para que la toque un poco mas fuerte.

le subo la batona y la abro de piernas. empiezo a chupársela despacito y a morderla delicadamente en los bordes. la froto con los dedos y poco a poco se va lubricando. se la vuelvo a chupar. me acuerdo de un consejo que leí en la revista cosmopolitan, que a las mujeres les gusta que les introduzcan los dedos. entonces, sin dificultad, le deslizo dos dedos. se la siente calientita y muy húmeda. le chupo intensamente el clítoris mientras empiezo a frotarla desde dentro, percibiendo algo muy parecido a una pequeña alverjita. pero ella, rápidamente, me empuja con las piernas. se sienta en la cama y se baja la batona con ambas manos. tiene la cara roja, los ojos encendidos. entonces, inexplicablemente, me suelta una sonora cachetada.

ricardo weblog: qué pasa, lore? —pregunto desconcertado.
lorena: qué te crees que soy? una puta! y si yo te meto los dedos! —dice quieta, pero encolerizada.
ricardo weblog: si no te gustaba, sólo tenías que decírmelo —digo—. además, eso lo vi en la cosmopolitan y allí decía que a todas las mujeres les gustaba.
lorena: pues yo no soy una zorra de las de cosmopolitan. anda hacérselo a las putas esas a las que les preguntaron si eso les gustaba —dice encrespada, cuidándose de no gritar.

dolido, le doy la espalda y empiezo a vestirme. de rato en rato me sobo la mejilla.

lorena: ay, no. ricardo —dice apenada, abrazándome. me da un beso en la mejilla de la cachetada—. no te vayas. empecemos de nuevo, ya? —me dice al oído.
ricardo weblog: estoy súper que ofendido contigo, no tenías que pegarme —le digo.

ella me besa. me la agarra y la frota. al instante se me pone dura. ella se agacha y comienza a chupármela riquísimo. deja de hacerlo para mirarme.

lorena: te ofende esto? —pregunta sonriendo, acariciándomela.
ricardo weblog: para nada, lorenita. ya se me olvidó de qué estaba resentido.

ella se lo lleva a la boca y yo acaricio sus senos, juego con sus pezones. deslizo mis dedos sobre su espalda. aparto el cabello de su cara y la observo chupándomela. tiene los ojos cerrados, hace ruiditos. luego ella me mira. deja de hacerlo y me sonríe. nos besamos de nuevo.

ahora ella se acuesta en la cama y se toca con las piernas entreabiertas.

lorena: hazme una sopita rica —dice ansiosa—, méteme la lengüita, pero sólo la lengüita, ya?

se la chupo y le introduzco la lengua, ella me agarra el cabello y cierra un poco las piernas.

luego de un rato ya estamos haciéndolo, pero quedito, sin hacer ruido. nerviosos, como cuando lo hacíamos en urdesa, cuando sospechábamos que el odontólogo de al lado podía escucharnos. pero ahora lo hacemos con un temor diferente, que en cualquier momento aparezca mel tumbando la puerta de una patada.

una vez que terminamos, nos quedamos en la cama, desnudos, abrazados, arropados por una sábana, disfrutando del frío delicioso de la madrugada que se mete por la ventana entreabierta.

miércoles, abril 07, 2010

la fanesca

lorena y su mamá se abrazan. yo me apego a la pared sin saber hacia dónde debo echar a correr. la mamá se acerca y me saluda. estrecho su mano muy educadamente.

ricardo weblog: muy buenas tardes, señora. es un gusto verla nuevamente —digo tratando de evitar que las manos me suden.

nos saludamos con un beso en la mejilla y nos miramos de frente. la mamá de lorena se ha puesto bastante protector solar, parece que recién ha venido de la playa. ella se me queda mirando a los ojos. le sonrío infantilmente como en las tarjetas postales, pero dejo de hacerlo porque de golpe me acuerdo que tengo los dientes amarillos. la señora me sonríe con frialdad. vuelvo a sonreírle pero ésta vez sin mostrarle los dientes y ella hace un gesto casi imperceptible de rechazo.

las sigo a la mesa. encuentro sentado en la cabecera a mel. usa su infaltable sombrero y una camisa de flores desabotonada en el pecho que deja ver algunas de sus innumerables cadenas. me recuerda mucho a los narcos de las telenovelas. se pone ambas manos sobre la panza y sonríe con suficiencia hacia lorena que corre a abrazarlo.

una vez que se separan, me acerco a mel y lo saludo descuidadamente sin dejar de mirar a la mamá de lorena que todavía sigue siendo una mujer muy bella. mel pega un fuerte manotazo en la mesa que me sobresalta. entonces me doy cuenta de lo que estaba haciendo, inconscientemente estaba agachándome para besarlo en la mejilla.

muy ruborizado y confundido estrecho su mano con ambas manos. voy a sentarme a la mesa, junto a la hermanito de lorena. es idéntico a mel, pero sin bigote pues apenas tendrá unos doce años. le sonrío y el chico mira hacia otro lado.

miro anhelante a lorena para que venga a sentarse a mi lado, pero no me ve. su mamá le dice algo y luego ella la sigue a la cocina. me quedo en la mesa. chuzo los dedos.

mel: qué le pasa hombre, acaso no se siente a gusto? —me pregunta mel.
ricardo weblog: no, señor. estoy encantado de estar en su casa. es muy bonita.
mel: trabajo me costó, no? —dice preguntando al niño que juega ensimismado con su play station portátil.

silencio. mel se enrojece.

mel: te hice una pregunta —grita mal humorado—. cuántas veces te he dicho que no traigas esa cojudez a la mesa?

el chico, rápidamente, oculta el aparato bajo la mesa y mira atentamente a su padre.

mel: me costó cantidad de trabajo levantarla. con estas manos —prosigue sosteniendo las manos en su delante como un cirujano.
ricardo weblog: pues en verdad le quedó muy linda señor, felicitaciones —digo por decir algo. pero él parece no advertirlo, está ensimismado.
mel: en el terremoto del noventiocho, cuando lorenita era de éste tamaño —indica casi tocando el suelo con la mano— me acuerdo clarito cuando la tierra empezó a temblar fuertísimo —dice y empieza a sacudir la mesa. el niño, inmutable, mira a su padre—, entonces, con una mano agarré a las nenas y con la otra a mi mujer y las cargué como a sandías y las saqué corriendo de la casa y le digo, piedra por piedra vi caer mi casa, bloque a bloque, viga a viga vi desplomarse el fruto de mi trabajo —dice el hombre con la mirada perdida, alucinado—. cree que es eso justo? —pregunta haciendo aspavientos, idéntico a lorena cuando se enoja— cree que eso es justo? cuando pasa una mierda no hay dios que responda, óigame bien.
ricardo weblog: no, cómo va ser —digo asustado.
mel: cómo quedó la casa —dice mirando alrededor—, cómo quedó. hecha pedazos, pues cómo mas va a quedar. no servía para nada —se lamenta al borde las lágrimas—. después que pasó el terremoto entré a la casa y vi todo echo pedazos. las mesas, los equipos de las bombas de agua trifásica, los generadores eléctricos, las radios motorolas usaditas recién compradas. todos mis aparatos de trabajo en la mierda, hasta el contenedor de recepción de lavado de larvas estaba abollado en el patio y te digo, te digo a ti porque no hay nadie mas, que los ojos se me llenaron de lágrimas —dice moviendo copiosamente los dedos cerca de los ojos— y eso que yo no soy hombre de fácil llorar.

afligido se da viento con el sombrero, cruza los brazos sobre la mesa y súbitamente se pone a llorar.

me quedo mirando a la hermanito de lorena que aprovecha la oportunidad para sacar el play. entonces, mel se incorpora y me fulmina con la mirada, como si no me reconociera, como si fuera la primera vez en su vida que me ve. pienso que fue un error haber venido, esto me pasa por seguir a mi enamorada a todos lados.

pero en ese instante lorena sale de la cocina con unas bandejas y casi las deja caer al ver a su padre conmocionado. apurada deposita las bandejas en la mesa y grita hacia la cocina, mami, mi papi está borracho de nuevo.

lorena se acerca a mel, lo abraza y le dice cosas al oído, cosas dulces hasta tranquilizarlo como a un niño. me levanto y camino hacia lorena, le digo en voz muy baja que mejor me regreso al departamento, estoy ocasionándote problemas. ella susurra, aguántate, por fa, sólo es un momento, sólo nos quedamos a comer y nos volvemos.

ella se regresa a la cocina y vuelve con un café para su padre. aparece la mamá de lorena seguida por una mujer ya mayor y un poco flaca de expresión cansada. es la empleada domestica, carga viandas de comida, humitas y fanesca.

la señora se sienta a la mesa con un muy fingido aire aristocrático, mientras que la empleada sirve la comida puesto por puesto.

señora: y cómo así vino? —me pregunta.
ricardo weblog: vine acompañando a lorenita —le digo.
señora: ah. y qué le ha parecido todo esto?
ricardo weblog: muy interesante, ya veo que su señor esposo es una persona bastante efusiva.
señora: no me refería a eso —dice molesta—. le preguntaba que qué le ha parecido bahía.
lorena: no maltrates así a ricardo —reprende lorena a su madre—. él sólo quiere ser atento contigo. ricardo siempre es políticamente correcto, tú deberías aprender algo de eso.

el papá de lorena termina de ponerle splenda a su taza de café, lo sopla enérgicamente y se lo bebe de un sorbo. queda la taza humeante y vacía sobre la mesa. parece más relajado.

la empleada termina de sirve un tazón de fanesca y coloca varias cucharas y tenedores a su lado. mel queda sosteniendo una cuchara, parece que fuera a reclamarle, pero la empleada le da la espalda y se va.

lorena: la etiqueta y el protocolo que seguimos al servir los alimentos durante el vuelo son muy rígidos, yo tengo compañeros de trabajo en mi trabajo que —lorena se interrumpe abruptamente, pues mel quiere hacerle una aclaración.
mel: corrígete, muchacha. dónde trabajarían tus compañeros sino en el trabajo? —explica burlón con una pregunta.

lorena se queda pensativa, intuyendo el insulto.

mel: y quién eres tú? —me pregunta mel furioso.
señora: es el enamorado de lorenita —aclara apacible la señora.
mel: no te pregunté a ti —le dice a su mujer y ésta lo fulmina con la mirada—. y por dónde entraste, carajo? quién te metió a la casa? —me grita enojado.
lorena: entró conmigo —dice lorena.
mel: y para qué metes gente extraña, muchacha loca?
lorena: no es un extraño, es mi enamorado —me defiende.
mel: y cuáles son tus planes con mi hija? —me pregunta con la cara enrojecida.
ricardo weblog: quererla, respetarla y cuidarla —respondo de memoria.
mel: te la has comido, carajo? —pregunta furioso, poniéndose rápidamente en pie, empujando la silla—. te has atorado a mi hija, oye pedazo de infeliz? —protesta golpeando a la mesa.
ricardo weblog: no señor, cómo cree? —digo asustado.
señora: cállate, vuelve a sentarte —le ordena la señora y mel le hace caso—. lorenita va a llegar virgen al altar —dice mirándome con la misma autoridad con que ordenó a mel.
mel: se acabó la pendejada —ruge el hombre volviendo a ponerse en pie, ésta vez la silla cae. la empleada doméstica se regresa corriendo de la cocina a ver qué pasa, pero se queda a cierta distancia, entre asustada y curiosa—. ahorita mismo lorena me renuncia a iberia. se acabó la alcahuetería y desde mañana se me queda en bahía trabajando. se acabó el enamorado y las llegadas tarde y la cojudez y los huevos del gallo. no vas a tener enamorado hasta que cumplas la mayoría de edad.
lorena: ya soy mayor de edad, papá —dice lorena enojada.
mel: cállate muchacha, ándate hacer los deberes si no quieres que te llueva a correazos —le grita.
lorena: mami, a mi papi no se le pasa la borrachera. mejor lo metemos a alcohólicos anónimos de nuevo —lo amenaza.
mel: qué borrachera, ni qué ocho cuartos. ya mismo me renuncias a iberia y dejas de ver a esa sarta de españoles maricones con los que trabajas —grita señalándome—. estos españoles mariposones son los que están amaleándote.
ricardo weblog: en realidad, no soy español —me defiendo.
mel: peor! tota, tota —empieza a gritar. al instante aparece el chofer, un hombre gordo con cara de asustado—. sácalo a patadas a éste cabrón —le ordena.

el tipo da dos pasos y me agarra de los hombros. pero lorena lo detiene con una mirada furiosa.

lorena: no me hagas pasar vergüenza, papá —dice lorena dirigiéndose a mel.
mel: cállate muchacha, mas respeto que soy tu padre! —la amenaza sacándose el cinturón.
ricardo weblog: yo creo que mejor me voy, pero por su seguridad, me llevo a lorenita —digo mirando a la señora y trato de añadir con cortesía—. muchas gracias por su atención, señora.
mel: tú no te vas —grita mel como un loco—, yo te boto desgraciado! qué te has creído para venir a mi casa a mandar a mi hija?

mel se me abalanza encima y me agarra del cuello estrangulándome.

mel: quieres llevarte a mi nena a mi departamento para atorártela, mal parido infeliz? te voy a arrancar los huevos y te los voy a meter por la boca, bucaranista desgraciado —grita mel poseído, su sombrero rueda por el piso. yo trato de liberarme de sus manos.

lorena y su mamá se levantan horrorizadas y tratan de separarnos. yo miro aterrado a mel que sigue sin querer soltarme. finalmente tota le da un manotón a su jefe y me suelta. me agarro del cuello y trato de respirar, lorena me abraza.

la mamá de lorena agarra a su esposo y junto a la empleada se lo llevan a uno de los cuartos de la casa. tota se queda parado a nuestro lado, muy confundido, tan asustado como yo, abanicándonos con el sombrero de mel, lorena me da besos en la cara y me pide disculpas, que su papá no es así, bueno, sí es así, pero no siempre, que los perdone.

lorena: puedes irte, tota, gracias. si quieres coge el resto del feriado libre —dice lorena sin mirarlo, con pesadumbre—. sólo a mi papi se le puede ocurrir hacerte trabajar en feriado.

en ese instante aparece una chica idéntica a lorena, de cabello negro y sonrisa graciosa. es un poco más delgada y alta que su hermana. tendrá unos dieciocho años. nos mira divertida, tiene los ojos claros.

chica: que pasa? quién se murió? —pregunta.
lorena: mi papi, está borracho de nuevo.
chica: ah —dice sentándose a la mesa, restándole importancia—, otra vez. ha pasado todo el fin de semana así, celebrando la resurrección de cristo con sus amigos del club naval. es que no sabes, ayer que mi mami se lo llevó a misa, se puso a cantar mientras se daban la paz, no andaba muerto, andaba de parranda. y el cura casi lo bota a patadas cuando descubrió a mi papi queriendo darle de beber johnnie wolker al cristo crucificado porque le había escuchado que tenía sed. mi papi borrachito le decía, chupe ahí como macho, chupe ahí!

nos reímos.

chica: ah y tú quién eres? —me pregunta mientras me siento a la mesa, todavía un poco falto de aire.
lorena: es ricardo, mi enamorado. mira, ricardo, ella es mi ñaña, pamela —nos presenta.
ricardo weblog: hola —le digo sonriendo, con la cara congestionada. le extiendo la mano por encima de la mesa. la chica me mira indiferente, sin darme la mano. se voltea a ver a su hermano. entonces me doy cuenta que el niño sigue allí, ha presenciado la escena de mel imperturbable, concentrado en su juego.

chica: oye, cristian, tú estas obsesionado con ese play! —le dice la chica arranchándole el aparato.

el niño no le hace caso, saca de debajo de la mesa un game boy y se pone a jugar lo que parece ser street fighter.

chica: por ti se enojó mi papi, no? —me pregunta enojándose.
ricardo weblog: sí, bueno, mas o menos.

la chica se acerca el plato que le han dejado servido y le mete una cucharada, la prueba. se lleva la mano a boca.

chica: mierda —se queja—. está hirviendo!
señora: para eso dios te dio boca —dice la señora regresando, luce como siempre, inalterable—, sopla, así, fuuuu…
chica: ya te enteraste que mi papi se puso mal por culpa del enamorado de lore?
señora: sí, pues —dice la señora mirándome—. ojalá te regreses pronto a guayaquil porque te vas a aburrir aquí solo. mañana de mañanita nos vamos a llevar a lorenita para que tome aire en cuenca.
chica: sí, oye. no es que te bote, pero cuándo te vas? —me pregunta la chica.

miro a lorena, está pensativa e indignada. seguramente se acuerda del por qué decidió irse de la casa.

lorena: con ustedes no voy a ningún lado —dice lorena cansada—, me voy a quedar con ricardo. el lunes regreso a cubrir a vero en las operaciones del aeropuerto, porque acaba de dar a luz, tengo que cubrirla por algunos días hasta que encuentren un reemplazo. yo ya les conté todo el rollo, no se hagan. si viajo mañana es para guayaquil.
señora: dónde se hospedan, por aquí cerca? —pregunta suspicaz la señora.
ricardo weblog: sí —respondo sin dudar—, por aquí cerca.
señora: entonces, si están “por aquí cerca” —recalca con cierto desdén—. mejor pasen la noche aquí mismo.

lorena se muerde los labios. después de todo, antes de venir, ella me dijo que le gustaría pasar el resto del feriado con sus padres.

ricardo weblog: me parece bien, no veo por qué no. qué te parece a ti, lore?
lorena: fantástico! —dice entusiasmada.
señora: pero pasan la noche en cuartos separados, aquí no solapamos alcahueterías.
ricardo weblog: sí, señora.
señora: come antes que tu fanesca se enfríe y se te cuaje como gelatina.
ricardo weblog: sí, señora.

le doy una cucharada a la fanesca, es la sopa de pescado más desagradable que he probado. busco en la mesa ají y limón, no hay. no me arriesgo a pedírselo, me parece un gesto de descortesía. pues un dicho popular dice, toda comida mala, con ají y limón resbala.

respiro profundo, trato de pensar en el bambú que al viento se estira con gracia y elasticidad y que por dentro es vacío para contener todo el conocimiento del universo. me llevo una cucharada a la boca. repito cuatro veces el proceso, siento mareos. miro al plato, el nivel de la sopa permanece allí, intacto. y pienso que lo del bambú es una gran cojudez que se ha inventado paulo cohelo para vender libros de autoayuda. pero en ese instante miro a lorena, abre la hoja de una humita y le da una cucharada, se la lleva a la boca y cierra los ojos masticando despacio. se la ve preciosa comiendo. siento que verla cada día a mi lado es un regalo, un milagro, por el cual todo sacrificio es mínimo. entonces, mágicamente tienen sentido el bambú, el universo y la elasticidad.

chica: qué tal? —me pregunta la hermana de lorena saboreando su fanesca.
ricardo weblog: está riquísima!
chica: yo misma cogí la corvina y la puse a salar —dice orgullosa.

lunes, abril 05, 2010

my brithday

lorena se mete al agua con su colchoneta, mientras yo me quedo en la orilla.

en la mañana, como sólo puede ocurrir en ocasiones excepciones, una vez al año, ella me había llevado el desayuno a la cama, un pedacito de torta con una velita encima, entró a la habitación cantándome el happy birthday. ese día era mi cumpleaños número treinta.

el día anterior, aprovechando el feriado de semana santa, habíamos ido a bahía de caráquez. nos hospedábamos en el departamento que tienen sus padres en el malecón.

ricardo weblog: no le tienes miedo a que te pique una agua mala? —le pregunto al verla regresar triunfadora, mojada con su colchoneta bajo el brazo.
lorena: aquí lo único malo es tu actitud de treintañero —me dice a quemarropa.
ricardo weblog: te cargo la tabla, lore.
lorena: no, mejor así —dice sonriendo, acomodándose el sostén— mírame bien para que cuando tus nietos te pregunten, les digas que su abuela se metía mas adentro que nadie y montada en su colchoneta, corría las olas mas grandes a las que nadie se arriesgaba.

la observo correr libre y se mete al agua despreocupada, acostada bocabajo sobre su colchoneta de goma rosada con rayas negras. entonces, da brazadas al encuentro de una ola y con una habilidad poco femenina la posee, grita y desciende feliz en medio de un manto de espuma.

la saco del agua ahogada de la risa, la beso y muerdo y bebo hasta la última gota de agua salada en sus labios.

lorena: a dónde quieres que te lleve a cenar? —me pregunta luego, mientras caminamos por la playa.
ricardo weblog: al mugrerking!
lorena: en bahía no hay mugrerking —me dice riendo—, esta es una ciudad ecológica.
ricardo weblog: entonces, tú prepárame una cangremugrer.
lorena: yo ni loca me empuerco las manos con una hamburguesa grasosa —dice un poco exaltada—. toco un pedazo de tocino y se me tapan hasta las orejas, me da una trombosis. guácatela! qué asco, una muertelentahambuerguesa! —añade con una mueca de desagrado.
ricardo weblog: te aseguro que cosas peores has cogido sin tanto asco —bromeo.
lorena: claro —dice mirándome de arriba abajo—. la cosa tuya!

la empujo cariñosamente y en cada momento que nos detenemos para observar algún detalle del ocaso, nos besarnos.

regresamos al departamento y lorena me prepara una cena de cumpleaños, ensalada de camarones y calamares.

como es obvio, apenas salimos de la cocina.